Nuestros AirScouts, motivados por realizar servicios comunitarios, decidieron llevar a cabo una investigación práctica en distintos pueblos de Puerto Rico.

Nuestros AirScouts, motivados por realizar servicios comunitarios, decidieron llevar a cabo una investigación práctica en distintos pueblos de Puerto Rico. Su objetivo era evaluar la calidad del aire en distintos restaurantes locales para determinar cuáles proporcionaban un entorno saludable para sus clientes.

El primer restaurante que visitaron fue "Restaurante Argentino en Hato Rey", un restaurante de buena comida en el centro de Hato Rey. A pesar de su apariencia limpia, los estudiantes encontraron que el lugar tenía una ventilación deficiente. Los niveles de CO2 eran altos, lo que indicaba una falta de renovación de aire, y las partículas en suspensión estaban por encima del nivel recomendado. Los estudiantes sugirieron al gerente mejorar la ventilación y considerar la instalación de purificadores de aire.

El segundo restaurante que visitaron fue "Restaurante Toa Baja", un pequeño restaurante familiar. Aunque acogedor, el espacio era cerrado y carecía de buena ventilación. Las mediciones mostraron niveles preocupantes de contaminantes. Los estudiantes compartieron sus hallazgos con los propietarios y les sugirieron abrir más ventanas y utilizar extractores de aire para mejorar la calidad del aire.

Finalmente, el tercer restaurante fue “Il Buongusto” un restaurante de alta gama en el centro de la ciudad que siempre había presumido de su ambiente exclusivo y su exquisita cocina. Sin embargo, la experiencia de los estudiantes pronto se tornó decepcionante. A pesar de su apariencia elegante y su reputación, los estudiantes se encontraron con una realidad alarmante.

Al ingresar al restaurante, notaron que el aire estaba viciado y que la atmósfera resultaba sofocante. Las mediciones iniciales confirmaron sus peores temores: los niveles de CO2 eran peligrosamente altos, una clara señal de que el aire no se renovaba adecuadamente. Peor aún, las partículas en suspensión excedían los límites recomendados, lo que representaba un riesgo significativo para la salud de los clientes y del personal.

Gracias a su dedicación, los estudiantes no solo completaron su asignación con éxito, sino que también lograron un impacto positivo en su comunidad, promoviendo entornos más saludables y concientizando sobre la importancia de un aire limpio en espacios cerrados.